El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último siglo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado de manera anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria . Al buscar la causa de esta aceleración, algunos científicos encontraron que existe una relación directa entre el calentamiento global o cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), provocado principalmente por las sociedades industrializadas.

Un fenómeno preocupa al mundo: el
calentamiento global y su efecto directo, el cambio climático, que ocupa buena parte de los esfuerzos de la comunidad científica internacional para estudiarlo y controlarlo, porque, afirman, pone en riesgo el futuro de la humanidad.
¿Por qué preocupa tanto? Destacados científicos coinciden en que el incremento de la concentración de gases efecto invernadero en la atmósfera terrestre está provocando alteraciones en el clima. Coinciden también en que las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) han sido muy intensas a partir de la Revolución Industrial, momento a partir del cual la acción del hombre sobre la naturaleza se hizo intensa.
Originalmente, un fenómeno natural
El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite la vida en la Tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentran en la atmósfera, provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja quede atrapado manteniendo la temperatura media global en +15º centígrados, favorable a la vida, en lugar de -18 º centígrados, que resultarían nocivos.
Así, durante muchos millones de años, el efecto invernadero natural mantuvo el clima de la Tierra a una temperatura media relativamente estable y permitía que se desarrollase la vida. Los gases invernadero retenían el calor del sol cerca de la superficie de la tierra, ayudando a la evaporación del agua superficial para formar las nubes, las cuales devuelven el agua a la Tierra, en un ciclo vital que se había mantenido en equilibrio.
Durante unos 160 mil años, la Tierra tuvo dos periodos en los que las temperaturas medias globales fueron alrededor de 5º centígrados más bajas de las actuales. El cambio fue lento, transcurrieron varios miles de años para salir de la era glacial. Ahora, sin embargo, las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera están creciendo rápidamente, como consecuencia de que el mundo quema cantidades cada vez mayores de combustibles fósiles y destruye los bosques y praderas, que de otro modo podrían absorber dióxido de carbono y favorecer el equilibrio de la temperatura.
Efectos del Calentamiento Global
- Aumento del nivel del mar
El nivel del mar subió por término medio entre 10 y 12 centímetros durante el siglo XX, y para el año 2100 se prevé una subida adicional de 9 a 88 cm (la subida de las temperaturas hace que el volumen del océano se expanda, y la fusión de los glaciares y casquetes polares aumenta el volumen de agua). Si se llega al extremo superior de la escala, el mar podría provocar la desaparición total de países asentados en islas (como las Maldivas) e invadir litorales en todo el mundo, acabando con asentamientos de millones de personas, ya que una cantidad importante de ciudades se localiza a la orilla del mar (Sao Paulo, Nueva York, San Francisco; en el caso de México se encuentran La Paz, Veracruz, Puerto Vallarta y otras). El agua salada contaminaría las reservas de agua dulce de miles de millones de personas y provocaría con ello migraciones en masa, además de salinizar el suelo acabando con ello con grandes extensiones de selvas y palmares.
- Huracanes, sequías e inundaciones

En los último 20 años se ha registrado la tendencia hacia tormentas más poderosas y hacia períodos de sequía más prolongados. Los científicos ven en ello una prueba de que el cambio climático ya comenzó. El aumento de las temperaturas implica mayor evaporación y una atmósfera más calida puede retener más humedad; en consecuencia hay más agua en suspensión que puede caer en forma de lluvias intensas. De la misma manera, las regiones secas pueden perder todavía más humedad si hace más calor; lo que agrava las sequías y la desertificación.
En las grandes cuencas africanas del Níger, el lago Chad y el Senegal, el total del agua disponible ha disminuido entre un 40% y un 60%, y la desertificación se ha agravado debido a una disminución del promedio anual de precipitaciones, aguas de escorrentía y humedad del suelo.
Amplios grupos de científicos predicen que el aumento del nivel del mar y las tormentas provocarán inundaciones más graves y más frecuentes. Sin embargo, podría haber grandes variaciones regionales, que son muy difíciles de predecir.
Las inundaciones de China en 1998, las de Europa oriental en 1998 y 2002, y las provocadas por el monzón de 2004 en Bangladesh (que sumergieron bajo el agua al 60% ciento del país) son prueba de que las tormentas son cada vez más poderosas. En México las inundaciones provocadas en Tabasco obligaron en 2007 a desalojar a medio millón de personas, habiéndose desbordado decenas de ríos que inundaron amplias áreas de selva y ciudades.
- Transmisión de enfermedades

Estudios de la Organización Mundial de la Salud, advierten que el calentamiento global ha provocado brotes de enfermedades como la diarrea o la malaria. Expertos señalan que la mayor repercusión del cambio climático se sentirá en los países en desarrollo, donde los efectos del calor contribuirán a la contaminación del agua y alimentos. Sin embargo, los países desarrollados también sufrirán los efectos del cambio climático. Un aumento en la cantidad de mosquitos podría diseminar enfermedades que hoy empiezan a constituir un problema de salud pública, como es el caso del dengue, malaria y paludismo entre otros. Las enfermedades que podrían resurgir con gran virulencia son las enfermedades trasmitidas por insectos, por agua contaminada (como el cólera y la fiebre tifoidea) así como por contaminantes atmosféricos.

Como consecuencia de los daños ambientales –sobrepastoreo de los pastizales, laderas montañosas deforestadas y suelos agrícolas desnudos– la naturaleza será más vulnerable que antes a los cambios climáticos. Cuando se produjeron cambios climáticos hace miles y decenas de miles de años, generalmente tuvieron lugar de manera más gradual. Los sistemas naturales tuvieron más espacio y más tiempo para adaptarse. Los hábitos y distribución de especies de aves e insectos se están modificando. Muchas veces, no tienen otro lugar adonde ir. En el pasado remoto, el hombre y sus antepasados emigraron en respuesta a los cambios ocurridos en el hábitat. Esta vez, habrá mucho menos margen para la migración.
El calentamiento atmosférico será, casi con toda certeza, poco equitativo. Los países industrializados de América del Norte y Europa occidental, junto con otros Estados, como Japón, son los causantes de la mayoría de las pasadas y actuales emisiones de gases de efecto invernadero. Estas emisiones son una deuda inconscientemente contraída a cambio de unos niveles de vida más altos para una minoría de la población mundial. Ahora bien, los que más sufrirán los efectos del cambio climático se encuentran en el mundo en desarrollo.
Según las previsiones, la actual tendencia hacia el calentamiento provocará extinciones. Numerosas especies vegetales y animales, debilitadas ya por la contaminación y la pérdida de hábitat, no sobrevivirán los próximos 100 años. La mayor parte de las especies en peligro del mundo –aproximadamente, el 25% de los mamíferos y el 12% de las aves– pueden desaparecer en los próximos decenios, a medida que la subida de las temperaturas modifique la situación de los bosques, humedales y pastizales que constituyen la base de su subsistencia, y que el desarrollo humano les impida migrar a otros lugares.
Los corales se encuentran entre las especies más amenazadas, ya que al estar fijos al fondo no logran adaptarse al rápido cambio de temperatura y el aumento del nivel del mar. Junto con los arrecifes coralinos desaparecerá también casi toda la fauna que reside en estos hábitats.

Según las previsiones, los rendimientos agrícolas disminuirán en la mayor parte de las regiones tropicales y subtropicales, pero también en las zonas templadas si la subida de la temperatura es de más de unos grados. Se prevé también un proceso de desertificación de zonas continentales interiores, por ejemplo el Asia central y las Grandes Llanuras de los Estados Unidos. Estos cambios podrían provocar, como mínimo, perturbaciones en el aprovechamiento de la tierra y el suministro de alimentos.
Aunque los efectos regionales y locales pueden presentar enormes diferencias, se prevé una reducción general de los rendimientos agrícolas potenciales. En los lugares donde la agricultura depende fuertemente del temporal (como amplias extensiones de Jalisco y el resto de México), los rendimientos disminuirían de manera dramática, incluso con un aumento mínimo de la temperatura. Estos cambios podrían provocar perturbaciones en el suministro de alimentos en un mundo ya castigado por situaciones de escasez alimentaria.
- Afectación a la población humana
La inmensa población humana, gran parte de ella pobre, es vulnerable a las presiones climáticas. Millones de personas viven en lugares peligrosos, en llanuras de inundación o en barrios de tugurios ubicados en laderas montañosas desprotegidas que rodean a las enormes ciudades del mundo en desarrollo. Muchas veces, no tienen otro lugar adonde ir. En el pasado remoto, el hombre y sus antepasados emigraron en respuesta a los cambios ocurridos en el hábitat. Esta vez, habrá mucho menos margen para la migración.
El calentamiento atmosférico será, casi con toda certeza, poco equitativo. Los países industrializados de América del Norte y Europa occidental, Estados Unidos, Japón y más recientemente China son los causantes de la mayoría de las actuales emisiones de gases de efecto invernadero. Estas emisiones son una deuda inconscientemente contraída a cambio de unos niveles de vida más altos para una minoría de la población mundial.
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